CRISTINA K SE LAVA CON LECHE LA CARA TODOS LOS DIAS MIENTRAS EN EL CHACO NO HAY AGUA.

para ampliar la foto tocar en ella
observen en la foto el anillito y el Rolex.


La nota la saque de la Nación y se las transcribo para ver que no es invento mío.
Mientras la gente del noreste y noroeste del pais pasa una sequia terrible con falta de agua para los habitantes y muertes de animales de hacienda , nuestra reina CK todas las mañanas se rocia la cara con leche,(según las fuentes debe ser Sancor bebe azul o leche que le traen de los tambos de vacas jersey de la empresa Munchi's famosa por sus helados con buena crema debido al alto contenido de grasa butirosa que deja la piel excelente)-
yo me pregunto a parte, un bidon de 5 litros para el cuello, alcanzan?

La nota de la Nación escrita por Flavia Fernández.

Excepto los cinturones anchos con hebillas cuadradas que usa sobre sacos o vestiditos de seda, Cristina Fernández de Kirchner fue descartando cada uno de los tips que tanto se le señalaron en el último año. Parecería que luego del conflicto con el campo decidió-como dicen los adolescentes- bajar un cambio. Y fue a todo nivel. No sólo recibió sonriente a los periodistas en su primera conferencia de prensa, sino se despidió de las extensiones (conserva algunas, pero sólo para espesar la melena) y sorprendió con un look más lacio y cuidado.

El tema de los foulards dio bastante qué hablar, ya que trascendió que era el camuflaje de una operación de cuello (aplicación de hilos tensores de propileno, una modalidad quirúrgica que hace unos años popularizó Catherine Deneuve, que es ambulatoria, sólo necesita anestesia local y cuesta unos 2.000 dólares). Lo cierto es que, pese a que hubo días primaverales en pleno invierno, la presidenta se aferró a los pañuelos de seda made in France hasta para los encuentros puertas adentro.

El tema de los colores tampoco es menor. El año pasado, exactamente para esta fecha, CFK ostentaba violetas, fucsias y turquesas rasados tanto para actos protocolares como para inaugurar fábricas o escuelas. Pero ese estilo "registro civil" (así lo bautizaron algunos diseñadores que siempre la tienen bajo la lupa) mutó por un look mucho más ejecutivo y distinguido.

De golpe y sin aviso, la presidenta se convirtió en la embajadora de los trajes de tweed grises y negros, las camisas blancas y el collarcito de perlas, un toque muy Hillary Clinton en épocas de campaña.

Fue en plena ebullición campo-gobierno la metamorfosis Cristina. A medida que las aguas se embravecían, iban desapareciendo los estampados florales y el brushing con tanto movimiento en las puntas. Eso sí: el maquillaje siempre en primer plano, en especial los ojos, que ahora resalta con más sombras color humo y menos máscara.

El anillo en el meñique y el Rolex de oro continúan, pero dicen que eso ya entra en su universo cabalístico. Lo mismo sucede con el ritual de la leche fresca con la que rocía su rostro cada mañana y los cuarenta y cinco minutos de rollers por Olivos, su ejercicio favorito para tonificar piernas desde que abandonó el esquí.

De marrón, en sintonía con el flamante presidente paraguayo Fernando Lugo, que calzó franciscanas de ese color el día de la asunción, CK usó cartera rígida de inspiración art deco. Pero unos días antes se la había visto con una clásica y costosa bolsa Hermes color camel y anteojos sesentones Givenchy que le sentaban muy bien. ¿Estará influenciando en el cambio su hija Florencia, declarada adoradora de la moda? En un blog que ya pusieron fuera de circulación, la pequeña K confesaba que en su casa la querían abogada pero que ella se veía diseñadora. ¿Se irá a estudiar a la prestigiosa escuela londinense de moda Centra Saint Martins, tal cual siempre soñó?

Lo cierto es que, más allá de los entretelones familiares, las nuevas buenas y los viejos tips, Cristina sigue sorprendiendo, y mutando.

Chicas vayan a Munchi's este verano y pidan heladitos de crema Jersey, no lo coman, se lo pasan por la piel y de paso se refrescan.